Déjalo ser, a menos que te hunda.

Deja que permanezca. Deja que sea quien quiera ser. Puedes permitir que nazca, que muera, que respire, que sea. A menos, que cada aire que exhale te esté robando de tu propio oxígeno. A menos, que cada vez que hable te esté haciendo sentir cada vez menos importante. A menos, que cada vez que sea no te deje ser a ti. Déjalo ser, a no ser que eso te haga ser menos.

lunes, 13 de junio de 2011

Nunca antes había sentido esto,

He descubierto una nueva sensación que supera a todas las demás. Es algo tan fuerte que puede destruir barreras, muros, murallas, cualquier cosa. Es algo tan delicado que si no la alimentas con cuidado, se rompe. Es algo tan inusual que estoy segura de que poca gente lo ha sentido de verdad. Es algo tan común que puede ocurrirle a cualquiera, si conoces a la persona adecuada, claro. ¿Que de qué hablo? De lo que hablo no se le puede denominar de ninguna manera. Es algo mucho más intenso que el amor, estoy segura. Es sentirte atada hacia esa persona, sentirte sólo completa cuando le tienes a tu lado. Cuando sientes que no eres nadie si él no está, cuando lo que sientes es tan grande que parece que va a acabar contigo. Cuando prefieres morir antes que vivir sin él, cuando sientes que eres la persona más afortunada del mundo cada vez que te dice que te quiere. Supongo que por eso soy tan pesada a veces; me gusta lo que siento cada vez que me lo repite. Yo lo llamaría felicidad, alegría. Y con todo esto, llego sólo a una conclusión, que le amo con todas mis fuerzas, y que sólo soy feliz si él está conmigo (L)

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